domingo, 30 de diciembre de 2007

Segunda Edición Revista Cuadernos del Maule


AÑO 1 - DICIEMBRE 2007 Nº 2


"De donde vengo, sino de estas primerizas, azules materias..." Pablo Neruda

8º PISO


Donde los edificios combaten con los árboles,

sólo hay personas en dos puntos:

En las concentradas, y en la uno norte con 4 oriente.

Gente gorda, niños felices bajo esa enorme M amarilla.

Abajo, a un hombre se le cae un paño

y mira con melancolía el pedazo de tela perdido.

“Adiós pañuelo”, ahora nadie desempolvará la oficina.

Una secretaria se encrespa las pestañas

mirando su reflejo en el edificio del frente

y en la sala de arte personas hacen un brindis.

Una y otra paloma se cruza

pintando sombras zigzagueantes en el suelo.

Un loco se pone un sombrero de paja,

desde otra ventana el viento se roba los ruidos,

hay un tronco sin sentido sobre el techo

y de un árbol surrealista sale la evidencia

de lo devorado por la gente amarilla.

Alguien habla en un dialecto incomprensible

en el metal queda la huella del zapato del tronco

mientras los papeles de dulce salen de su escondite

como bálagos alejándose con el viento sur.

Hay niñitos astronautas que nos vigilan desde la altura.


ÁNGELA BERGEZ 15 Años Talca






Columbae.

“Cantad por mí, pájaros que nacéis cada día

y en vuestro grito expresáis la inocencia del mundo”

Vicente Aleixandre.

Los poetas ya no construyen imágenes valiéndose de la paloma.

Desde que supieron que era portadora del bacilo de Koch,

desde que las tiñosas palomas superpoblaron plazas y cobertizos,

desde que su perturbador ronquido incrementó la venta de somníferos,

desde ahí que los poetas (subráyese, los buenos poetas)

no las incluyen en sus creaciones.

Después de dos guerras mundiales y no se cuantas matanzas indígenas;

después de la Caravana de la Muerte y de las detonaciones de Michael [Townley;

después de el asesinato de Mahatma Gandhi y del fallido intento de Alí Agca
las palomas han quedado sin trabajo
y ya no aparecen en ningún poema (al menos en ningún poema aclamado por la crítica)

Cuando las palomas hartaron sus inmundos estómagos

con el pan duro de esos pobres viejos arterioscleróticos,

cimentando la falsa esperanza de que la vejez es mejor vivirla,

de que el Gobierno va subir las pensiones,

de que los hijos les van a devolver la mano

y que, a esa edad, todavía es posible encontrar una pierna joven y buenamoza [que les limpie el poto.

Después de tan horrendo crimen

las palomas han sido expulsadas de todos los universos poéticos posibles.

Lo que no quita que la muy puta haya cagado mi gorrito nerudiano esta [mañana,

justo cuando iba a escribir un poema.


GUSTAVO PALAVICINO



DESTRONAR DE SOLEDADES

De cualquier modo te distingo

Oculta podrás estar en el devaneo perdido

de la muchedumbre pero sin que nada

pueda borrar el registro innato de tu presencia

Me basta con respirarte a solas

para saber que no estás acaecida

porque desde ti retorno al mundo

con la ternura ciega de quien renace

a tu encuentro

Por debajo del sol alumbran

otras estrellas mas nuevas

pero yo me precipito a beber de la luz

que nos llega intacta y recíproca

al iniciar nuestro día anónimo con firmeza

Verás que una vida juntos en borrador puede

llegar a ser tan auténtica

como el origen mismo de las cosas

pues todas las ordenaciones que trae la maduración

de los años quedan atrás a partir del instante preciso

en que disfrutamos con solo permanecer despiertos

al abrigo de nuestra cotidiana estadía.

ENRIQUE OJEDA (Talca)



FECUNDACION

María,

Rosario,

Teresa

del costado sangrante de Crista

emana calostro, leche primaria

Etelvina,

Carmen,

Margarita

beben los hombres por siglos

mientras pisan tu tierra fecunda.

Javiera,

Francisca

Patricia

estallan crines en la almohada

y caes embarazada de ollas y ciudades.

La madrugada se hará vida en tu cuerpo, pachamama.

Así comienzas tu ritual cotidiano, madre.

Ana María Leppe


CONSEJOS PARA ESCRIBIR POESÍA

LUIS HERRERA

A secas.

Con el temor de escuchar por ahí: "y voh a quién le ay ganao pa dar consejos", me doy el soberbio placer de pretender que tengo algo que aconsejar a la hora de escribir poesía, no siendo un gran "escribidor" de poesía, ni un gran escribidor de nada. Por supuesto, demos por hecho que lo principal es leer como condenado y revisar todas las tendencias líricas hasta dar con el lenguaje apropiado o al menos con el lenguaje que mejor exprese lo que uno lleva adentro. Sin obviar, por lo demás, vivir o presenciar cada experiencia a través de un cristal poético.

1- Cuando lea a Parra se sentirá tentado de escribir como Parra, pero le adelanto la sorpresa: No escribirá como Parra.

2- Cuando lea Bertoni- por ejemplo Harakiri o Jóvenes Buenas Mozas-, sonreirá, tomará un papel, saldrá a la calle y querrá escribir como Bertoni. No gaste su tiempo, nunca escribirá como Bertoni.

3- Si tiene 15 años y lee a Neruda y para más remate anda de novio(a), se dejará llevar por los 20 poemas e intentará escribir: "Me gustas cuando callas porque estás como ausente". No sea leso, nunca le saldrá igual. Ahora, si ya tiene 50 años, se cree poeta, y todavía escribe como Neruda, sin comentarios.

4- Le sucederá lo mismo al leer a Lihn, Teillier, Vallejo y Auden. Pero no pierda las esperanzas, no escribirá como ellos, aunque tal vez pueda escribir como usted.

5- Dese un tiempo para determinar si realmente es POETA o lo que sucede es que QUIERE SER POETA. La línea suele ser muy delgada. Una prueba para comprobarlo es la siguiente: vaya a un café en el centro y saque su cuadernito para escribir, si se sienta al lado del ventanal, a vista y paciencia de los transeúntes, ud. QUIERE SER POETA; al contrario, si se instala al fondo y desde ahí mira secretamente hacia la calle, ud. es POETA.

6- Escriba poesía por placer, jamás por obligación. Lo que corre para la narrativa, no corre para la poesía. Si ud. no quiere tirar unos versos, no lo haga. Lo maravilloso del lenguaje es que usted puede jugar con él cuando le plazca ¿Para qué, entonces, forzarlo?

7- Acepte la crítica e interiorice que la crítica destructiva es la más útil. Sea crítico, exigente. Antes de mostrar sus escritos pregúntese y descubra si en ellos hay algo que merezca la pena ser leído por otros. Hay buena poesía que sólo puede ser para uno y ahí debe quedar.

8- Si quiere escribir poemas cursis, hágalo, mientras sea consciente que son cursis. Será un ejercicio, una especie de limpieza. Eliminar el exceso de sentimentalismo permite trabajar con lo más decantado, lo más concreto. Si tiene deseos de escribir 800 veces "estoy tan triste", escríbalo; sólo así a la 801 podrá decir "todo está como entonces, el otoño/ y su difusa lámpara de niebla."

9- Discuta de poesía con sus pares y entienda la competencia como algo personal no como una carrera de caballos. Quizás usted no superará al poeta que tiene al lado, pero esté satisfecho si usted escribió lo mejor de usted. No hay que frustrarse si uno no es Maradona. Hay que frustrarse si uno pudo ser Cuqui Silvani y no puso el empeño en lograrlo.

10- Cuando la imaginación escasea: observar, anotar, describir.

11- No se junte con Poetas que le llaman Poeta sin haberlo leído. Cuando encuentren sus méritos para portar semejante cartel, probablemente ya no le dirán Poeta.

12- Esta máxima es fundamental: Sugiera. Diga lo que siente sin decir lo que siente. ¿Acaso en País de la Ausencia, Mistral dice que en Chile la han tratado como las berenjenas?

13- Por último, si le gusta la poesía del siglo XVII, escriba poesía del siglo XVII, pero no olvide que ud. es reflejo de su tiempo y déle un pequeño barniz del siglo XXI, un elemento, un signo, algo que le permita al lector decir: chanfle, esto tiene sentido.

Cuentos

LA OBRA MAESTRA

Mientras se rasca la cabeza piensa que tiene que crear el cuento perfecto. La gran obra maestra que desea escribir desde hace tiempo, sin embargo, hoy ya no podrá ser, le duele la cabeza, el ruido de las bocinas le molesta. Piensa que, al menos por hoy, lo mejor será dormir, descansar del ajetreo de cada día, y se cubre el cuerpo con los diarios y cartones que gentilmente han dejado en el callejón los comerciantes.

Jenny Fuentes A.

EL VUELO DE JUAN SALVADOR GAVIOTA

Las murallas inexistentes del viejo cine Palet, le devuelven el sentido a las cosas, le regalan un origen a estos años de vida en común. Una puerta con escalera, palomitas de maíz y un palco invisible. Las parejas hacían de las suyas en la oscuridad. Crujir de butacas. Nosotros, en cambio, nos besábamos como pájaros o niños. Los primeros pantallazos herían la piel del público. Algo, casi nada, entendimos del vuelo de Juan Salvador Gaviota. Teníamos aguzado el oído y la piel, no el entendimiento. La prueba de ello es que los besos de aquella noche, a pesar de los años, todavía taladran ventanas en los muros del tiempo.

Autor: Rodrigo Jara Reyes

EVANGELISTA DE NOCHES FORTUITAS

Pastora incansable. Evangelista irreverente, así de pura, me pierdo maldita en el silencio arrancado del espejo para ir de una soledad a otra, hasta los pastizales de tu carne y hacer en la pradera de tu cuerpo una liturgia con nuevo rosario y otros sacramentos.

Algo simple: Una cena con pan y vino Amor, y luego morir creyendo en la resurrección de la carne y resucitar bajo los pliegues de tu piel con un trozo de mi alma en cada mano.

Desde que te quiero amar, los dioses depositan su vigilia en los cirios de mi templo, las vírgenes cuelgan sus hábitos en mis caderas. Pero yo manzana, serpiente, niña recién vestida de mujer, tan sólo te quiero amar, hacer el amor por una noche y luego otra noche hasta que el olvido, el cansancio o la rutina nos separe Amén.

Ahora que descanso en ti, los ángeles me entregan las llaves de paraíso e infierno, las vírgenes ceden su don a esta Evangelista de cosas sencillas, como hacer el amor después de la ofrenda del vino.

El Olimpo descansa al ver que mi destino se eterniza en las alforjas de tu piel, piensan que lo nuestro es eterno. Pero Amor, recuerda que esta noche es una noche, quizás una noche fugaz y mañana será otra noche; tu comerás de mi cuerpo y yo saciaré mi sed en el agua dulce de tu espalda. Yo te quiero amar, juro que te quiero amar, así como ayer amé a Otro en su real y justa medida.

Ahora no entiendo la razón de que dios descanse en mí, sin pagar la botella de vino, sin reconocer que yo pertenezco a momentos, a instantes fortuitos y profundos que él pretende eternizar.

Silvia Rodríguez

(Talca)

DANZA MORENA

Libera ansias muchacha,

libéralas.

Rompe cadenas ancestrales,

devuelve el sentido a las palabras.

Que se haga la luz en tu danza,

no te dejes seducir por el asfalto.

Libera ansias muchacha,

libéralas.

Rompe caderas al viento,

traspasa de ritmo la esperanza

no permitas que se entuma el universo.

Que no nos falte tu vino moreno,

Libera ansias muchacha,

Libéralas.



MI OTRO INVIERNO

Llueve cruentamente sobre el Maule

corren gredientas las aguas del río

en la isla Orrego un puñado de cabras

ambulan indiferentes.

Más allá el fascinante mar

frondoso de misterio

con su belleza arrolladora

y sus jorobas crecidas hiperbólicamente.

El Mutrún anulado por la bruma

Y en la barra

Retumban los bramidos del océano.

Mientras el muelle

y la isla Orrego

duermen su sueño anual.

Y en las riberas del río Maucho

botes atados

yacen yertos

tristes y nostálgicos

esperando el retorno

del verano.



TIRSO MONTECINOS NUÑEZ. Poeta (Constitución)



Soy marioneta que vive y sobrevive

Marioneta con hilos que jamás se cortan.
Marioneta ahogada en escenarios
atada de brazos y pies.
Mi cuerpo se balancea hasta barrer el suelo,
veo la mugre,

beso el polvo,
pruebo el fango de la vida
y el sabor de la arrogancia.

Me arrastra la locura y el servilismo.

Marioneta que conquista aplausos y risas
para luego ser hilo y harapos...
Necesito hilos para alargar mis pasos.

Quiero un corazón latiendo,
filo, sangre y palabras
para soltar amarras.
Dame carne para cubrirme de piel.
Déjame ser libre

Sylvia Rojas Pastene.




Homenaje al poeta González Bastías

UN VIAJE AL RAMAL Y A LA POESÍA


Por Gabriel Rodríguez

Subimos al tren atrasados y en medio de la excitación de los poetas de Santiago que acudieron a una cita insólita: viajar por el Ramal hasta González Bastías a leer poemas en homenaje al vate de las tierras pobres.

Nos embarcamos pensando en los que no llegaron a la hora, pero pronto los versos de Amante Eledín Parraguez, autor del libro “Machuca” y las canciones folclóricas nos situaron en otra esfera, más cercana al agrado y la contemplación. Los verdes campos se extendían ante nuestros ojos agradecidos de la vida. Tortillas y huevos duros saciaban nuestra incipiente hambre mientras al imponente Maule navegaba a nuestro lado concentrando las miradas de los viajeros.

La Organización “Ciudadana Participa”, la Sociedad de Escritores de Chile filial Maule y la Comisión de Cultura de la Municipalidad de Pencahue hacían posible un viaje místico al corazón del secano costero en el último Ramal de Chile.

EL LUGAR DE LOS POETAS MUERTOS

En la estación González Bastías nos esperaba una pequeña plaza con varios toldos frente al río. En la línea férrea dos vagones destilando óxido y pasado acogieron el paseo de las visitas y el relámpago de los flash.

Rostros amistosos encabezados por don Andrés Leal, Alcalde de Pencahue, indicaban que los relojes podían descansar y que la poesía era un ejercicio natural en esas tierras.

El poeta Alberto Navero leyó dos textos de Jorge González Bastías del único ejemplar que he visto de la primera edición del libro “Poema de las Tierras Pobres”, publicado en los años cincuenta, cuando el poeta abandona Santiago y el periodismo para instalarse frente al Maule en la estación de Infiernillo. Nos recuerda que el poeta Armando Ulloa también vivió en el Ramal y falleció en el olvido. Ambos, junto a Jerónimo Lagos Lisboa formaban una triada de poetas de la cuenca del Maule.

Los poemas de “Lobo”, el último libro de Thomas Harris nos situaron en la poesía del siglo XXI y la carta de la Agregada Cultural de la Embajada de Dinamarca con libros de Hans Christian Andersen para los niños de González Bastías nos emocionan a todos. La carta hablaba “de este autor que por dos siglos ha cautivado a los niños del mundo, que narra historias simples sobre la vida”. El escritor Reinaldo Marchant entregó la donación a nombre de las ilustres visitas. Y Alejandro Morales, director del Museo O”Higginiano y de Bellas Artes de Talca regaló su bello libro sobre el Ramal.

Queso fresco, pebre, chancho en piedra, arrollado y un vino con aroma a tierra dulce fueron las delicias de ese almuerzo campestre. Después Teresa Calderón, Mario Artigas, Mauricio Barrientos, Ana María Lepe leyeron sus textos ante una audiencia expectante. Yo elijo leer textos inéditos que tal vez nunca se publicarán. Las cuecas y las tonadas del dúo que encabeza el Chilote Ayala fueron recibidas con vítores por la entusiasta audiencia.

Thomas Harris habló de los poetas olvidados que había que rescatar y reeditar, de las dificultades para que los poetas de Chile fueran valorados en su tierra, del abandono y la soledad que incitaba a muchos a alejarse de la patria. Y estábamos homenajeando a uno que, a pesar de todo, quiso vivir y morir en su tierra.

DEL REGRESO A LOS SUEÑOS

Volaron las horas a pesar del intenso calor. Como volaron los poemas y el vino dulce de Curtiduría. La despedida fue agitada y triste. Ya instalados nuevamente en el carro el grupo dio rienda suelta a sus emociones en las clásicas canciones del regreso. Intercambiamos libros y promesas de amistad, circulan abrazos y correos electrónicos.

Con el alma cargada de verdes y transparentes imágenes fuimos arribando a Talca.

Una idea volvió a alojarse en mi mente: los sueños son posibles. Haremos una biblioteca en González Bastías para que los niños del lugar conozcan las leyendas de los poetas del Maule y del mundo, para que se enamoren de su tierra y de otras tierras, para que el Ramal sea un puente a lo mejor de la humanidad.

Volveremos a inaugurar la biblioteca Jorge González Bastías y volveremos a leer poemas en el último Ramal de Chile con el cuerpo y el alma detenidas en las aguas que mansas e imponentes caminan al mar imperturbables, como la poesía, como los hombres y mujeres rectos que en la mediocridad cotidiana vislumbran el futuro en las miradas y las sonrisas de nuestros niños.